miércoles, 28 de octubre de 2015

Mantener utopías y recorrer autocríticas…

“La posmodernidad niega la radicalidad espiritual, el compromiso, la espiritualidad, la utopía; sustituye la ética por la estética, lo utópico por lo agradable; ignora a los pobres y deja de lado a la justicia; renuncia a los grandes ‘relatos’; es narcisista: dicen incluso que hemos pasado de Prometeo a Narciso”
Pedro Casaldáliga, Obispo

“No hay te de Ceylan”: Enrique Santos Discepolo – 1951:

Mentime que me gusta – Frase Popular

No solo hay que tener razón, también hay que acertarAforisma


            Ante la contundencia de los datos del fin de semana, aunque es solo una etapa de las elecciones completas, deben al menos exigirnos una mirada en el espejo de la realidad… La Argentina es una sociedad plural, compleja, con una síntesis cultural nunca lograda del todo, en un mundo más complejo aún. Tiene algunas características que, aunque no nos gusten, hay que oírlas.

            ¿A qué le habrá dicho que “no” el electorado?, ¿qué se pide, qué no se le ha dado? Las críticas más severas pasan por la soberbia, por la prepotencia, por la falta de diálogo. Y no digo de los cortos publicitarios de los políticos opositores, digo de la voz de la calle.

            Para los que somos “setentistas” – mala palabra para muchos- y para varios amantes de este “modelo”, los contenidos son infinitamente más importantes que las formas, las utopías que las composturas, los valores que lo pragmático, las verdades que el modo de expresarlas… Pero parece que no es así en todos. A las claras un buen tono, un baile, un montón de globos, una ilusión, un “todo será mejor”, tiene importancia capital, aunque aquellos lo despreciemos.

            ¿Qué aspectos de lo socio-político no están yendo como se espera? Más allá de los análisis que incitan al suicidio (porque el kirchnerismo no hizo, ni hace ni hará nada bueno), el aspecto económico es una fortaleza y lo reconocen muy variados organismos internacionales; el aspecto social claramente ha sido otra fortaleza en la reconstrucción social: derechos, inclusión, reestructuración de lazos desechos por el liberalismo de los 90. Cómo será que hasta los más recalcitrantes opositores pudieron hacer su casa con el PROCREAR; la ubicación en el mundo es un logro inédito de nuestra historia, solo el triunfo –ahora aparece peligrosamente temporal- sobre la negociación de la deuda externa ya hubiera merecido de la amplia mayoría del país un apoyo por varias décadas. Vale más una fiesta con globos de colores que al menos una inauguración semanal de obras de infraestructura. Y podría decirse mucho más aún …. Pero yo creo que el aspecto sobre el que se ha fracasado es el cultural.

            Volviendo a la carecterización de Casaldáliga, la mentira, la hipocresía y el cinismo son más aceptados que la soberbia, la prepotencia, la falta de diálogo. Sin que entrañe una aceptación, ni una justificación de los segundos, es necesario decir que el convencimiento sobre lo que se ha hecho, no pocas veces dan la impresión de cerrazón: ¿cómo dialogar con quien quiere robarte y/o matarte? Porque las propuestas –con globitos de colores- (Martinez de Hoz lo hacía con discursos largamente científicos que no entendía nadie y Cavallo con lágrimas en los ojos), te dicen en la cara que van a dejarte en la calle y sin trabajo o sin jubilación como sucede hoy en casi toda Europa, y esto es realmente robo y muerte (aunque se proclame estar en contra del aborto).

            Valores vs. Pragmatismo. Para algunos, si hay que mentir, (“síganme que no los voy a defraudar”), pues se miente porque para ciertos políticos la política es el arte de lo posible, no de los valores. ¿Entonces hay que mentir?

            Desde el inicio, el kirchnerismo y más profundo en su segunda parte, ha tenido el flanco débil de la comunicación. Ha sido una barrera superada en escasos casos. Ha sido un éxito en la apropiación de los símbolos de la Patria, ha sido mayor éxito aún en los festejos del Bicentenario, en Tecnópolis y muchos otros. El festejo de las Fiestas Patrias de año a año han sido multitudinarias, pero tal vez con aprovechamiento de comunicación ideológica aceptada con resignación por el conjunto. Futbol para todos, exitazo social y económico, fue oportunidad de propaganda política también rechazada por muchos que preferían otros canales deportivos aunque tuvieran que pagar. El odio visceral sembrado por la hegemonía mediática y consentido por el auditor del más ortodoxo gorilismo no pudo ser revertido convenientemente. El Programa 6-7-8 fue un faro excelente en el desenmascarar situaciones, solo que a veces su luz ha sido tan fuerte que hasta encandiló provocando formación reactiva! En alguno de los más grandes logros como la estatización de YPF en el Senado se cantó la marcha peronista aunque debería haberse cantado el Himno Nacional por ser votado por abrumadora mayoría y por pertenecer también a la historia política del radicalismo.

            Considero que la oposición de los dos modelos, de las dos argentinas, tiene el límite que se ha señalado desde las urnas. Y mejor haría el kirchnerismo, sin faltar a las verdades de sus realizaciones y las por realizar, hacerlo también, si se requiere, con globitos de colores. Quien se siente excluido de los triunfos, también excluye y el mismo gesto de exclusión, lo coloca automáticamente en la oposición. Reducir o claudicar ante el discurso modelo o no modelo, kirchnerismo o antikirchnerismo tiene el límite de no incluír a los no-kirchneristas por razones “éticas” o sobretodo “estéticas”, pero son justamente ellos los que decidirán las próximas elecciones. No se trata solo de palabras, porque sería mentir, ser hipócrita o cínico. Es una postura que suma, a la realidad, el buen gesto.


Carlos M. Diez