miércoles, 21 de mayo de 2025

 BAJA DE IMPUTABILIDAD A MENORES DE 16 AÑOS

            El proyecto del gobierno nacional sobre la edad de la imputabilidad de delitos en “nuestros” adolescentes no puede menos que encender la pasión por un problema que lastima a todo aquel que se precie amante de la vida humana.

 

La siguientei mirada no es “académica”, sino desde la experiencia limitada de la propia vida en la que sí me he relacionado siempre con adolescentes en situación de vulnerabilidad, acompañándolos para que encuentren su propia vida lo más saludablemente posible.

 

Ciertamente, podría argüir en favor de esta postura, que si consideráramos la visitas a diferentes instituciones (relacionándome con ellas) dedicadas a la educación de menores en diferentes situaciones como haber leído un libro, pues serían muchos… y éstos, desde la educación formal, pasando por muy diversos institutos dedicados a menores: de barrios vulnerables, de sistemas abiertos, semiabiertos, semicerrados y de situación penal (con rejas de hierro y también farmacológicas)..

 

Pero no alcanza, no podríamos llamar esta visión, de un “nivel académico”

 

El límite del abordaje

 

            Una mirada sobrevoladora de ésta (y otras situaciones), obliga a preguntarnos desde qué contexto buscamos dar respuesta a la problemática de menores en conflicto con la Ley Penal. Es común en nuestra época afirmar respuestas a las que queremos llegar generando las preguntas que necesitamos para lograrlo; dirían nuestros padres: “poner el carro antes del burro” (o el burro después del carro). Es común a nuestro arco social y político afrontar cualquier problemática desde las encuestas, pretendiendo apropiarse de los saberes y dándole carácter dogmático.

 

            Y del mismo modo, una cuestión epistemológica a considerar, propia de nuestro tiempo,  es el no separar el objeto de estudio del marco teórico desde el cuál se interpreta esta realidad. Y en cuestión de minoridad los límites extremos podrían ubicarse en un arco sumamente amplio: desde la educación para la individualidad extrema, hasta la educación para la guerra. Pienso en una mamá que educa a sus hijos para que sepan defenderse en este mundo interpretado como muy hostil (hijos de madres institucionalizadas p.e.); pienso en una sociedad que idiotiza para que no cuestione un capitalismo deshumanizante.

 

            Pero además hay otra cuestión, más teórica, que suele estar en las raíces de las ciencias duras: los límites sobre los cuales se ejerce el análisis científico. En cuestiones humanas, y mucho más en educación, y más aún en la educación de sectores donde el crecimiento se da en condiciones de altos déficits de todo tipo, es imposible lograr parámetros válidos para todos, ni para algunos siquiera. Es muy frecuente que las clases medias (en cualquier sentido) creen que puestas las condiciones básicas y una buena dosis de amor, los resultados deberían ser positivos…. y en estos temas no aplica la matemática, ni los buenos deseos. Los procesos humanos son terriblemente complejos y no bastaría tener en mente todas las alternativas para el logro de los objetivos propuestos.

 

            Para no abundar de la paciencia del lector, no seguiría agregando pálidas a nuestro interés por el tema, aunque las haya y muy interesantes, como el análisis de las generaciones previas a cada integrante y la idiosincrasia que persiste más allá de la historia individual del menor en cuestión.

 

            De lo que la vida me ha dado y he alcanzado a ver, el éxito (siempre precario), no dependería tanto de la estrategia o método empleado, sino la calidad de las relaciones humanas con el que se lo aplica. Y con la paciencia de saber que hay problemáticas personales que llevan algún año en su logro (siempre parcial respecto de las expectativas), y con la paciencia que otras -generalmente sociales- llevan generaciones enteras.

 

            Centrándonos en la problemática propuesta, la baja de la imputabilidad de delitos en menores de 16, un buen artículo (con una ya definición sobre la misma) está en Página 12:

https://www.pagina12.com.ar/824701-solo-son-los-24-menores-de-16-anos-detenidos-por-homicidios- , particularmente en los párrafos sobre lo que hoy se realiza:

 

En medio del debate y con los números sobre la mesa, Cipriano sostuvo que no es cierto que hoy "no pase nada" con los jóvenes menores de 16 años que comenten delitos graves. “Esos pibes no escapan a la acción de la justicia. Están encerrados en los mismos institutos de jóvenes donde están los que tienen entre 16 y 18 años”, contó.

Actualmente, la Ley 22.178 tiene un artículo que establece medidas especiales para los casos de menores de 16 que cometen delitos graves, donde los jóvenes no punibles quedan a disposición de un dispositivo que depende de la justicia civil y no de la justicia penal. Es decir, se interna de forma provisoria a estos adolescentes en lugares con condiciones de encierro semejantes a las de una detención de cualquier mayor de 16 años.

Y en el contexto en el cual se plantean las respuestas:

 

En este sentido el abogado y psicólogo social manifestó qué, si el proyecto se convierte en ley, va a profundizar el proceso de “adultización y carcelización” que se viene dando desde hace años. Los centros especializados de jóvenes “se convierten en cárceles de adultos, y se da un proceso de carcelización” donde se iguala a las personas menores con las mayores, por lo que caracterizó al texto de “regresivo”.

“Se plantea resolver la problemática a partir de políticas punitivas cuando en realidad hay que resolver con políticas sociales y políticas educativas. Hay que llegar antes frente a esas situaciones de vulnerabilidad que llevan a los pibes al delito”, agregó.

Considero, por tanto, que habría que tomar cartas en el asunto de los menores que delinquen, a participan instigados por adultos más aún cuanto menor sea la edad que tengan. Pero qué hacer con ellos cuando se dan estas circunstancias es el centro del problema.

 

En nuestro país, a mediados del siglo pasado había una contención de menores carecientes de familia estable, integral y abarcativa, desde hogares de internación, desde clubes de barrio y colonias de vacaciones multitudinarias, hasta hogares de internación completa. Y no digo que sea una panacea, sino que se enfrentaba decididamente el problema de menores en situación de vulnerabilidad.

 

En la década de los 90, por cambios culturales y tal vez motivaciones más inconfesables, los grandes hogares (muchos de ellos llevados adelante por congregaciones religiosas) y también el Estado (subsisten  aún hoy en lugares muy solitarios: escuelas albergue p.e.), cayeron en descrédito, al igual que los hospitales psiquiátricos. En  Córdoba me relacioné con dos llevados adelantes por los Padres Lucchesse y Aguilera, con 450 personas (niños y adultos) y 650 (niños, mamás a cargo y otros adultos) respectivamente, este último en un estilo de familia monoparental en casas de hasta 12 integrantes. El último casi desaparecido y el primero con unos 140 niños, unos 80 con discapacidad profunda. La Escuela de Trabajo Social “Domingo Cabred” participó en una campaña de desprestigio de cualquier institucionalización. Al Hogar del P. Aguilera (después que fallece repentinamente en el 2006 aproximadamente) intervino brutalmente el Estado haciéndose cargo (¿?), con la excusa de “abusos sexuales”

 

(Excursus: la problemática de abusos sexuales en instituciones de menores es un tema aún tabú, como lo es en general en la sociedad misma. A mi parecer no resuelto, y faltando mucho para que la sociedad lo enfrente seriamente yendo mucho más allá del necesario aspecto punitivo de los perpetradores. Aún en la Iglesia, que si bien lo aceptó como problemática real y lacerante, más buen tomó el rol de chivo expiatorio de esta problemática (excelente que acepte su realidad y culpabilidad), y ocultando la extensión  misma de la cuestión.)

 

 Habiéndome relacionado con el Estado cordobés durante más de diez años, recibiendo un magrísimo y retardadísimo aporte (hasta un año de atraso) para contención integral en Hogares (llegamos a acompañar hasta 92 personas), y relacionándome con otras instituciones que en ese tiempo desaparecieron, no me cabe la menor duda que la motivación principal (¿única?), fue el desentenderse de la educación integral de menores y familias en situación de vulnerabilidad. Hoy lo vemos muy claro que es una premisa del capitalismo salvaje que guía nuestra cultura y política. Y en esto, muy teñido también de clientelismo, fue mucho mejor enfrentado por el Radicalismo Cordobés que por gobiernos posteriores de signo contrario.  Una de las acciones más importante fue reducir enormemente la competencia de la Justicia Prevencional y Penal de menores, poniéndola en manos del Ejecutivo aumentando la discrecionalidad de medidas y recursos, aunque haya que admitir mayor humanización de las medidas.

 

Por último y tal vez más importante y preocupante: el acrecentamiento de las situaciones de pobreza, y de aceptación cultural de cualquier “droga” despersonalizante como modo de sometimiento de las sociedades; el lucro de la clandestinidad en manos de los círculos de poder; el reclutamiento de menores para la comercialización (en donde se pone la excusa para la baja de imputabilidad como uno de los mayores motivos), complejizan el problema y lo llevan a un desenfoque de aquellos victimarios que generalmente han sido primero víctimas de una sociedad que tiene cada vez menos de un humanismo sano.

 

Concluyendo, afirmaría algunas convicciones personales: el problema no es la edad, sino el modo de intervención; es el rol del Estado en el acompañamiento de familias y menores, la prevención es educación integral de las familias. Capitalismo sano sería no eliminar (o encerrar en este caso) quienes perjudican a los dueños del poder económico. Las personas que hoy no se atienden adecuadamente, nos multiplica la problemática por 4 en 20 años. O formamos un mundo de hermanos, o un mundo de asesinos. Poner el acento y generalizar en los delitos cometidos menores (ver las estadísticas), no generarán nunca políticas adecuadas, aunque se las proponga como soluciones urgentes e inmediatas. Y debemos asumir que el cambio de paradigma en estos temas humanos insume al menos 2 generaciones de políticas continuadas y coherentes. En Argentina prácticamente imposible.

 

sábado, 29 de abril de 2023

La trampa del “consenso” y opciones políticas

 


Muy arraigado está en nuestra cultura, pretender llegar a consensos como una necesidad imperiosa de la convivencia: “nos pongamos de acuerdo”, o “tienen que sentarse a dialogar”. No pocas veces surge aquella necesidad como contraposición al también arraigado hábito de tomar posición como actitud previa al razonamiento de las ideas y decisiones. Se pretende que no salimos adelante porque somos incapaces de llegar a consensos.

 

Muy claro fue en la década del ochenta, el rechazo al conflicto en cualquiera de sus formas como modo de resolución de las problemáticas de la vida. Resaltemos del contexto histórico  el atroz resultado de la dictadura militar con una generación de jóvenes (y adultos) diezmada en número –y también los adolescentes de Malvinas-, pero sobretodo en el campo de las ideas: pensar de determinada manera era la justificación de decir: “algo habrán hecho” y por lo tanto merecer la desaparición y la muerte. Tan atroz es el resultado que se aceptó la pena de muerte sumaria y clandestina (luego de violaciones y torturas), en una cultura que se ufanaba de ser cristiana.

 

Por este contexto y por el hecho de la polarización extrema del momento, la sociedad se rindió a la práctica del no discutir: no debe hablarse ni de religión ni de política dentro de la familia ni en las fiestas. Se pierde la posibilidad del juego de las ideas y los problemas se tiran hacia adelante, sin posibilidad de acuerdos. Particularmente los grupos más rígidos de pensamiento se vuelven intransigentes ante pensamiento contrario y ante maneras de decidir sobre la propia vida y sobre la vida social. Se confunde de este modo la firmeza de las ideas con el decidir sobre la vida social y política. ¿Quién entonces tendrá la posibilidad de tomar las necesarias decisiones que la vida conlleva? La respuesta es nefasta: quien tenga atribuciones de poder hacerlo.

 

Ya en un artículo anterior: “Opinión o Guerra” (https://www.facebook.com/search /top?q=opinion%20o%20guerra, pero mucho mejor explicado por Zafaroni en https://www.facebook.com/search/top?q=censura%2C%20t%C3%A1ctica%20y%20estrategia, desarrollaba el tema en sus aspectos más teóricos. Se trata ahora de reflexionar sobre las implicancias de este modo de posicionamiento en la vida práctica.

 

La pretensión del “consenso” que traiga paz (que no traiga conflictos), y su imposibilidad de tomar decisiones que no impliquen hacerlo mediante “la autoridad”, termina entonces aniquilando el pensamiento crítico y lleva necesariamente a caer en “hegemonía”, que luego terminará en “exclusión” del que no piense y actúe de ese modo”.

 

De este hábito se ha servido la prensa del mundo entero y de nuestro país. De este hábito se cae en la hegemonía (y exclusión) del Mercado y de la Política. No se discute ante la autoridad de estos nuevos dioses. Y esto se “justifica” con un Poder Judicial que se rinde también ante estos nuevos dioses.

 

Decía “Trampa” porque se pretenderá entonces que la discusión, el conflicto de intereses y de ideas tienda a desaparecer, y esto es a todas luces imposible. El consenso podrá estar en el plano de las decisiones teóricas y prácticas, de los aspectos mínimos y sociales (políticos), pero no en el plano de las ideas.

 

Claramente habrá posiciones irreductibles, contrarias, y hasta contradictorias en el plano de las ideas. Y esto no es malo. Es lo que constituye los sistemas culturales e ideológicos. Cada sistema tendrá que vérselas con la realidad de las cosas. Pero de las diferencias teóricas habrá que pasar al plano de la convivencia humana, y en este sentido no podemos excluir, matar, hacer desaparecer al que piense distinto. Se hace absolutamente necesario renunciar a las hegemonías y exclusiones a todo nivel, en lo cotidiano y en la organización mundial. Lo contrario lo vemos dramáticamente en la posibilidad de una guerra que nos destruya a todos.

 

La Argentina no logra superar la disyuntiva nunca resuelta de sus contradicciones extremas. Unitarios o Federales… vivir en el capitalismo o en humanismo (al que se lo llamará “socialismo - populismo” para su demonización llevándolo al extremo del comunismo bolchevique).

 

Viejas son estas disyuntivas extremas “El que no está conmigo está contra mí” “el que no recoja, desparrama (cfr Mt 12,30), pero Jesús expresa también la superación de las posiciones extremas en la Parábola del Trigo y la Cizaña (Mt. 13,39ss). Y cuando los Apóstoles querían aniquilar quienes no recibieron la Palabra, “¿quieres que hagamos caer fuego del cielo para que los consuma como hizo Elías? (Lc 9,54ss, también Lc 9,50) Jesús los reprendió. Para el cristiano, seguidor de Jesús, no será nunca el camino la exclusión del otro.

 

La extrema derecha argentina ha hecho imposible cualquier diálogo con un gobierno que no les es afín. Y particularmente se nota en estos días donde la guerra económica del precio dólar y los precios de los productos básicos expresan claramente el deseo de terminar con el gobierno. Aun cuando la estrategia sea el empobrecimiento de todo el pueblo. De igual modo pergeñaron la hiperinflación para destituir a Alfonsín (y algunos sectores del peronismo debieran recordar). El objetivo inconfesable será el enriquecimiento y entronización en el poder de una pequeña porción de privilegiados en base a la venta vil de los recursos naturales “a los inversores” que vienen a “salvarnos” de un país inviable.

 

De las filas afines, nuestro Presidente ha sido acusado de dialoguista (dialogar con quienes verdaderamente no muestra ningún interés en hacerlo). Y tal vez haya razón en esto.

 

No puede llegarse a ningún consenso con quienes no renuncian absolutamente a su hegemonía. Pero en esto consiste el plano político, siempre que se respete la Constitución y las leyes que de ella dependen. La democracia es justamente el sistema político contemporáneo que nos permite no llegar a la destrucción mutua, a la guerra civil (o a la guerra nuclear). El reconocimiento del derecho de todos, particularmente de las minorías, no suele ser aceptado por quienes viven justamente de la apropiación de estos derechos en beneficio propio. Demonizarlos, excluirlos, y llegar a casos extremos a su muerte, hará que el otro también se defienda del mismo modo. Es aquí donde el consenso=convivencia respetuosa debe reinar, sin renunciar a las ideas que se han propuesto a la aprobación de la ciudadanía. Pero sin desaparición de quienes no lograron elegir a los representantes de sus ideas, también son población. Los elegidos deben gobernar para todos, y no solo para sus electores. Quienes pretenden hegemonía, no son opción, Milei y sus cercanos no son opción aunque no se los pueda hacer desaparecer políticamente, ni mucho menos, personalmente.

 

La extrema derecha argentina, ya no disimula en la exclusión de quien pretenda no aceptar su programa político y económico. El peligro mayor consiste en que gran parte de nuestros conciudadanos pretenden ser parte de ese 10%  privilegiado (o menos aun), No lo lograrán, y empobrecerán al resto, consintiendo su exclusión (y hasta la muerte –así lo han prometido en campaña- del que no se someta). Contradictorio es que son también apoyados por un gran número de jóvenes que perderán educación, trabajo, vivienda y otros muchos derechos.

domingo, 13 de septiembre de 2020

Enfiteusis


ME ENCONTRÉ ESTA PERLITA EN UN LIBRO… ¡¡¡ME SUSCITÓ COINCIDENCIAS!!
En la Reforma Liberal se proclamó que las tierras que no se cultivaran serían consideradas como baldías, con el propósito de que quienes las denunciaran como tales, pudieran apropiarse de ellas mediante el censo enfitéutico. El censo enfitéutico era una figura jurídica mediante la cual se podía acceder fácilmente al usufructo de la tierra de la siguiente manera: se establecía un precio nominal a una determinada proporción de tierra y una persona se comprometía a pagar anualmente un porcentaje de dinero sobre el monto total de lo que los encargados de la república valoraron en el remate de tierras. Años después, cuando el censo se suspendió, todos aquellos que habían declarado las tierras se convirtieron en propietarios. Los pueblos se vieron despojados de sus tierras y muchos de ellos fueron reducidos a las áreas urbanas.
En el contexto de las reformas liberales el despojo de las tierras fue más acelerado paras aquellas a una altura de más o menos 1100 msnm, donde el terreno es plano y por tanto, apto para la producción del café.  (pag. 105-106)
Sistemas de Gobierno Comunal Indígena
Mujeres y tramas de parentesco en Chuimeqéna´
Gladys Tzul Tzul
México 2018

Los apropiadores de tierras, cuando no han podido apropiarse de tierras por la fuerza, lo han hecho a través de inmorales legalidades (al igual que en política = Law Fare). Si cambiamos geografías y tiempos resulta calcado para nuestro país y cualquier país, para nuestro tiempo y cualquier tiempo, para el café o para la soja o cualquier cultivo rentable, vides para Mendoza destruyendo su cultivo mediante Greco por ejemplo. Por supuesto, como decía Eduardo Galeano, ningún país tiene la honestidad de admitir hacer guerras para saquear tierras y países… Siempre aparecen armas químicas, tiranos, o tierras “vacías”. También nuestra Patria se ha hecho del mismo modo, y todavía continúa el despojo de norte a sur con nuevos protagonistas. Tal vez sea difícil revertir la historia, pero no podemos desentendernos de estos procesos homicidas. Teniendo conciencia de nuestro pasado y nuestro presente, tal vez podría servirnos para crecer en humildad y no considerar nuestras propiedades privadas como el solo fruto de nuestro esfuerzo, trabajo, sino de procesos complejos que nos deben alentar a forjar un nuevo orden mundial, mas fraterno, más solidario, ¡¡¡más justo!!!

Virtud en tiempos de Covid

 

Virtud en tiempos de Covid
 
• Te conviertes es aquello que piensas, a menos que la constancia de las buenas acciones
rediman tu pensamiento. Al producto de las buenas acciones se le llamó siempre virtud.

• "O vives como piensas o terminarás pensando como vives". También es certero la inversa.

• La acción intrínsecamente mala, no es solo aquella que termina en la muerte del otro, sino
también es intrínsecamente malo el pensamiento que genera aquella acción. Que no se unan
ambos extremos (pensamiento y acción), depende tal vez de entre otras cosas (prejuicios
-mandato pre-racionales-, miedo al castigo, mandatos religiosos, etc.), de alguna vieja virtud.
Pero es casi hecho que aquella vieja virtud, ceda frente a otras malas acciones (de origen en
el sujeto o la sociedad) o malos pensamientos, que terminarán matando a la vieja virtud con
el paso tiempo.

• A la unión de los dos (pensamiento y acción), particularmente cuando son buenos, se le llamó
siempre "coherencia", por gozar de una misma raíz, la bondad.

• En este escrito entendemos por "pensamiento", no solo la razón, sino el conjunto de
motivaciones por las que una persona obra.

• Decir que cada uno puede pensar como quiera, es mentira original.

• Y también por eso el liberalismo es, en lenguaje religioso, diabólico. Y la solidaridad es, el
mismo lenguaje, expresión del Amor Divino.

Rosalia

 

Rosalia

100 años a mi madre Dios ha dado

alguno dirá, es don de la vida,

se da solo, sin que esto se pida,

o cotidiano y esforzado bordado.

 

Razonar ajeno es, a la partida

festejarlo bien es gozo obligado,

Por Covid en ausencia he brindado

con mis hermanos presencia sentida

 

Presente desde el cielo, está también,

Tu bien amado Carlos ¡qué alegría!

Eliseo y Arcelia, y tus hermanos.

 

Nos has juntado tuyos, ¡y más de cien!

a agradecerte siempre, Rosalía!

Dios amoroso a Ti ¡gracias te damos!

Coronavirus

 Coronavirus

¡Apuro!, mal compañero,
te conviertes en tirano,
Y si empiezas mañanero,
El día muere temprano.

Y si parar es primero,
que consentir a tu mano,
enfureces, ¡patotero!
resistirse quieres vano.

Buena razón...

Interior colorido, 
amor conocido.
Armonía admirada,
lejana mirada.
Consentir la belleza,
curiosa rareza.
Amistad rendida,
alabanza cumplida.

¡Poner corazón!

Que si la urgencia es dinero
mejor aislarse hermano.
Es horror del prisionero
y trae muerte al anciano...

¡Apuro! ¡Sos macanero!
Deja unirme al bien arcano
el amor es lo primero.
Mundo nuevo no es lejano.